Colección Cien (3 de 4)


–48. La búsqueda de las especias. Carson I. A. Ritchie. Ensayos. (releído)
Apenas recordaba este libro a pesar de tenerlo apuntado como relectura. Consta de tres ensayos, uno sobre la búsqueda de las especias, otro sobre la alimentación en el mar y finalmente otro sobre los alimentos de América.
Es una lectura bastante amena. No se basa en aportar datos y ya está sino añadir también una narrativa, una progresión al avance descubridor y las medidas que cada nación tomaba en sus respectivas colonias. También habla del escorbuto, de cómo se descubrió y cómo se combatió, muy a pesar de todas las reticencias que había, como que el tomar frutas no era sano ni curaba nada...
Me ha encantado la parte en la que hablan del origen de los bucaneros, de cómo los españoles atacaron la isla de Tortuga para eliminar a unos vendedores de un tipo de carne llamada boucan. Con ese ataque crearon un enemigo tan feroz que el imperio español no pudo expandirse como le hubiese gustado al tener que estar defendiéndose continuamente de su propia creación.
Lectura entretenida e instructiva, perfecta combinación.


–52. Murillo. Enrique Valdivieso. Ensayo.
No soy muy fan de la pintura ni de los pintores pero me ha gustado este libro sobre Murillo. Está dividido en siete capítulos y sinceramente me han aburrido los dos que hablan sobre su obra, porque básicamente son una enumeración indicando título, descripción, año y donde está cada uno. En ocasiones aportan algo más pero poco. El resto de capítulos son los que me han atraído al conectar la vida de Murillo y la obra de Murillo con la historia no sólo de Sevilla sino también de España y el extranjero, ya que Murillo fue más conocido fuera de nuestras fronteras por la cantidad de clientes foráneos que tenía.
Saltando los dos citados capítulos le daría una relectura más adelante.


–56. Breve historia del museo del Prado. Francisco Calvo Seraller. Ensayo.
Tras leerme el de Murillo no tenía muchas ganas de leer otro libro de temática pictórica pero me alegra haberme equivocado. Este libro es sobre la historia de una institución, de como empezó un museo totalmente vinculado a la corona a ser lo que es hoy: una institución autónoma. 
No es una historia realmente apasionante pero sí medianamente interesante, marcada sobre todo por las continuas problemáticas y vicisitudes que ha tenido que abordar y que aún seguían pendientes en 1994, fecha de publicación de este libro. Desconozco como estará ahora pero teniendo en cuanto como nos lo pintan tras 175 años de existencia dudo que en 30 años hayan podido resolverlo todo, además de que habrán ido surgiendo otros problemas mientras tanto.
La única vez que visité este museo creo que tenía 12 años y con compañía inadecuada. Si vuelvo alguna vez a Madrid (por imperativo legal) y tengo la oportunidad puede que lo visite, aunque preferiría volver a visitar el Reina Sofía antes que el Museo del Prado. Cuestión de gustos y de tiempo.


–57. El corazón y otros frutos amargos. Ignacio Aldecoa. Relatos. (releído)
De este libro con cuatro relatos recordaba vagamente el primero, titulado igual que el libro. Al igual que he comentado con otros libros de relatos de esta colección estos también el problema de que... no pasa nada. En el primero llega un señor a un sitio (¿un pueblo, una hacienda?), trabaja allí dos días y se va por donde ha venido. En el segundo una pareja sale a tomar algo y pasean. En el tercero describe a un chico que le gusta capturar bichos y acaba pillando el tifus; muere. En el cuarto otro chico también se pone malo y no me queda claro si también muere o si simplemente se ha cansado de escuchar a la vecina y deja de ir a verla.
No toda historia tiene que tener un final feliz, pueden tener finales amargos, ¡pero que al menos pase algo, que sea una historia! Con este libro tengo la sensación de que me han hecho perder el tiempo, otra vez.


–60. El desenfreno erótico. José Deleito y Piñuela. Ensayo. (releído)
Mucho se ha hablado y escrito sobre la libertad sexual del siglo XX, como si fuera algo novedoso. Tendríais que ver como era el imperio romano en sus tiempos. Este libro no necesita remontarse tan lejos para hablar de todo tipo de actividades sexuales, tan sólo a la "España" del siglo XVII. Obviamente por aquel tiempo la Iglesia imponía su moral (o lo intentaba) así que poco estaba realmente permitido, aunque si eras monarca o noble miraban para otro lado. Con el pobre no había piedad y para ciertos pecados carnales (incesto, sodomía o bestialismo) la pena directamente era la hoguera. Eso no evitaba que las ciudades estuviesen llenas de burdeles y mancebías, incluso cuando la corona dictaba orden para su cierre y el arresto de las "mujeres públicas". El adulterio era algo común e incluso consentido; de hecho llegaban en ocasiones los cornudos a jactarse de ello y tomárselo a broma y/o como un honor.
También existían las alcahuetas, las que llevaron también el sobrenombre de Celestinas por la conocida obra de Fernando de Rojas. Su labor no era tan sólo la de facilitar encuentros amorosos sino también la de remendar virgos para que las mujeres pudiesen hacerse pasar por doncellas, provocar abortos y esconder embarazos y partos. Obviamente para estas actividades también había penas.
Era una época de muchísimo secretismo dado que nadie quería reconocer públicamente que hacía esto y aquello, sobre todo por miedo a los pertinentes castigos, pero precisamente gracias a ellos, a los documentos en los que se publicaban las sentencias (y también gracias a algunas obras literarias) sabemos cuales eran esas actividades y lo frecuentes que eran dándonos a conocer una sociedad que quería tener una libertad sexual que aún tardaría siglos en poder tener más o menos legalmente.
Lectura interesante y releible.


–64. Los manuscritos del mar Muerto. César Vidal Manzanares. Ensayo. (releído)
El libro empieza queriendo pintarte el hallazgo de los manuscritos como el máximo hallazgo arqueológico del siglo XX. Spoiler: no lo es. Básicamente son documentos de una secta de esenios (una variante del judaismo) existente entre el siglo III a.C y el último cuarto del I a.C. Un tercio del libro es una recopilación de textos, algunos de los cuales repetidos al haber sido usados como ejemplo en otras partes del libro. Para lo único que sirvieron esos documentos fue para constatar que el Antiguo Testamento tuvo muy pocas variaciones, su contenido se mantuvo relativamente intacto durante varios siglos. Y dicho eso te puedes ahorrar leer este libro.


–66. El eclipse y otros cuentos. Augusto Monterroso. Relatos. (releído)
De este libro guardaba buenos recuerdos y aunque la mayoría de los relatos son excelentes lo cierto es que van de más a menos, remontando el vuelo en el último. Son nueve en total, elegidos por el autor, siendo del sexto al octavo donde flojean por lo que suelo decir en estas reseñas: que falta historia, falta acción, falta movimiento. Alguno podría decir que al relato de "El dinosaurio" también le falta lo mismo, pero esas carencias se pueden suplir con genialidad, con algo que consiga sorprender o emocionar al lector, y esos tres relatos, en mi opinión, no lo tienen.
A pesar de todo es un libro muy recomendable, uno de los que sin duda alguna releería si tuviera que hacer una selección de estos libros.


–67. En la colonia penitenciaria. Franz Kafka. Relato. (releído)
Otra fantástica lectura de esta colección es este relato de Franz Kafka. Básicamente son cuatro personajes, de los cuales sólo hablan dos y uno de ellos bastante poco, el explorador. El peso del relato lo lleva un oficial que está encargado de una máquina de ejecución única, situada en una colonia penitenciaria. Va a realizar una ejecución y le explica al explorador cómo funciona la máquina y su historia. Por desgracia la máquina ya no es lo que era por falta de repuestos y apoyo por parte del nuevo comandante, que no aprueba la máquina, creación del anterior comandante de la colonia. El oficial ve en el explorador la manera de intentar darle un vuelvo a la situación y que la máquina vuelva a ser como era antaño.


–68. Cervantes. Vida y literatura. Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo. Ensayo.
Recuerdo que en el colegio y en el instituto no prestaba mucha atención a la biografía de los escritores. Me parecía algo totalmente irrelevante y prefería centrarme en las obras de cada uno. Este libro ha sido una bofetada bien dada y bien merecida a mi forma de ver la Literatura, o más bien de como se impartía la Literatura. Espero que no se siga impartiendo igual.
Este libro nos va contando la biografía de Miguel Cervantes Saavedra. Cuando comienza con sus andanzas literarias vemos cuales son sus influencias y el porqué de sus temáticas. Vemos lo mucho que hay de su vida en las distintas obras, empezado en el idealismo juvenil tras ser soldado, "héroe" de Lepanto y cautivo en Argel y culminando en un giro de 180º en su madurez convirtiéndose en escéptico, burlón e irónico. Vemos también sus relaciones con otros escritores, sobre todo con Lope de Vega, como también esa relación empezó bien y acabó en continuas pullitas más o menos disimuladas.
También vemos cómo dedicó mucho tiempo a reescribir y a experimentar, también a criticar los nuevos modelos dramatúrgicos y a ofrecer alternativas.
Sin obras como esta puedes leer a Cervantes, de hecho me ha animado a releer las Novelas ejemplares que están en mi estantería, pero sin duda se entiende mucho mejor sus obras si te hacen un buen retrato de quien las escribió y su intención.


–69. Las sombras del mundo (Cuentos). Juan Perucho. No son cuentos.
Si las IAs actuales hubiesen existido en los 90 habrían escrito una mierda similar a esto. Aunque haya puesto (Cuentos) en el título no lo son ni por asomo. De los diecésis textos sólo se libra uno que tampoco es un cuento sino más bien algo sacado de un libro de gastronomía sobre la carne de distintos animales salvajes. Los otros quince restantes son todos exactamente lo mismo, un panfleto de sus otras obras. Básicamente habla de alguno de sus personajes, como si fueran sus biografías. De hecho al principio pensé que el libro era de ensayo, biografías sobre personajes reales... hasta que decía que uno había matado a un dragón de ocho cabezas y otro volaba en un grifo. No he leído sus novelas, pero entiendo que dedicar tres de estos textos a Kosmas es ni más ni menos que para dar a conocer la novela que escribió sobre ese personaje. Perdón, cuatro, porque en el que se supone que iba a hablar de otro personaje, Egeria, siguió hablando del puto Kosmas.
Creo que esta basura es lo más ofensivo hacia el lector que he encontrado nunca. No sólo porque lo pone como cuentos cuando no lo son, sino por los propios textos en los que te repiten conceptos básicos varias veces, no vaya a ser que seas tan tonto que no lo entiendas. Para añadir más inri añade párrafos en latín, catalán y francés sin añadir la traducción; resultado: me los saltaba porque si no entiendo lo que estoy leyendo, ¿para qué leerlo? Cada texto es un despropósito hacia el lector.
No tenía la más gana de terminarlo pero me he esforzado a hacerlo por si hubiera algo que se salvase. Lo único que he podido sacar en claro es que es serio candidato a ir directo a la basura (si no le aplico fuego purificador primero) y que nunca me acercaré a las obras de Juan Perucho. Las obras de Bryce Echenique me daban la sensación de que se estaba riendo de mi. Perucho ha conseguido superarle, me siento como si hubiera escupido en la cara y soltado una carcajada aún mayor que la de Echenique.

Publicar un comentario

0 Comentarios